lunes, 5 de enero de 2009

Anécdotas (5) - El miedo subterraneo

Hace años, muchos años, se me ocurrió enseñarle a mi mujer lo que era la espeleo. La faena se me antojaba no muy fácil debido a las pocas actitudes deportivas que tiene, pero por probar que no quede.

Fuimos a una pequeña cavidad del Ordal, el Avenc de la Plomada, con un pequeño pozo que no llega a los 10 metros y una pequeña sala con alguna que otra formación. Debido a que el pozo es estrecho antes de entrar al techo de la sala, me hizo pensar que le daría menos “yuyu”.

Instalé un electron para que tuviera más confianza, ya que en aquella época se llevaba lo del rappel y los “jumars”. La hice bajar autoasegurada con un “prusik” ya que yo preferí aguardarla en una pequeña repisa que hay antes de entrar al techo de la sala.

Según me comentó ella, la sensación de verse al ras del suelo viendo como caminaban delante de sus ojos las hormigas y ver alguna que otra telaraña, ya le puso los pelos de punta. Yo desde debajo suyo intentaba tranquilizarla y guiarla ya que ni encontraba los peldaños del electron.

Entonces respiró tranquila ya que había conseguido apoyar su pie en un saliente de roca lo cual le tranquilizó.

De repente, desde las profundidades del averno se oyeron gritos y maldiciones miles que la pusieron en alerta y mirando hacia abajo comprobó que la bonita repisa, era mi casco y debajo de él estaba yo renegando y maldiciendo.

Le dije que volviera a subir y allí se acabó la clase de técnica espeleológica. Nunca más hablamos del tema de hacer un agujero, juntos. Años más tarde hizo alguna que otra cueva como la Fou (fotografía) o la del Molino de Aso, donde por cierto demostró su poca habilidad en estos menesteres al deslizarse por una rampa y darle un patadón a un amigo nuestro que acabó dentro del rio subterráneo.

Y es que en mi experiencia como instructor, he llegado a ver que cuando el miedo atenaza a una persona, es mejor darle un golpecito en la espalda y recomendarle que se dedique a otra cosa.

viernes, 2 de enero de 2009

EL FUTURO FEDERATIVO

Actualmente estamos debatiendo sobre si la FEDE hace o deja de hacer lo que tendría que hacer, pero poco se habla de cómo puede ser en pocos años. Es más, parece como un tema tabú del cual nadie quiere ni pensar.

Y es que los actuales responsables, por suerte, no son eternos y al colectivo, tanto si les critica como si no, ya les está bien con tal de no plantearse que pasará si dichos responsables deciden NO presentarse en las próximas elecciones.

Lo cierto, y aquí puedo dar mi experiencia de más de 10 años en la FEDE, es que hay la posibilidad de que en las próximas elecciones no se presente el actual equipo directivo y por tanto se plantea la gran incógnita…….¿Si no se presenta nadie, que pasará?.

En principio e independientemente de lo que pueda hacer a medio plazo el presi, lo que si se ha constatado en las diferentes asambleas que se han hecho, o el mero hecho de que cada vez que ha habido elecciones, solo se ha presentado el actual presidente y es que el espíritu del voluntariado brilla por su ausencia, salvo que aparezca alguien con suficiente tiempo y (lo más difícil) ganas para tirar la fede adelante.

No soy agorero, sencillamente constato a lo que se puede llegar y no dentro de mucho.
En principio, la actual estructura de la Fede puede irse al traste si no se presenta nadie y muchas, pero muchas cosas cambiarían.

Para empezar y si no se presentase nadie, tendría que salir una Junta Gestora, hasta que alguien se presentara al cargo de presidente. Pero claro, el presidente no es el único que tira del carro y por tanto necesitaría un grupo de personas que trabajasen para él, y ahí es donde empezarían los problemas serios ya que los estamos padeciendo actualmente. Es difícil encontrar a un secretario, a un vicepresidente y sobre todo a un tesorero con nociones de contabilidad.
Ante esto solo cabría una solución y es parecida a la que tiene actualmente la FEE o la que tienen la mayor parte de las Federaciones Catalanas de deportes minoritarios, y es profesionalizar la federación. En concreto existiría un presidente algo testimonial ya que solo se cuidaría de las relaciones con las instituciones públicas. El resto del personal tendría que ser contratado y asalariado y no necesariamente han de ser espeleólogos. Se necesitaría un Secretario General que sería el que llevaría la mayor parte del peso de la fede, un/a secretario/a administrativo/a para las tareas burocráticas y un contable.

Este hecho repercutiría sobre otros como pudiera ser un aumento sin precedentes en la tarjeta federativa, ya que habría que pagar por primera vez sueldos, seguridad social, etc. y otra probable repercusión es un recorte en la partida de gastos administrativos, en el que lo primero que caería sería el actual local, es decir, habría que buscarse un pequeño local al estilo de los “hoteles de entidades” en el que a duras penas cabrían los 4 gatos que en él trabajarían. Es decir, que el actual concepto de Biblioteca, departamentos, escuela, etc. desaparecería. Solo el suficiente personal para federar y asegurar a la gente.

Lógicamente y por el efecto “dominó” al ser la licencia más cara, bastantes se pararían a la FEEC porque les saldría más barato pudiendo desembocar esto en una situación insostenible y producirse el cierre de la Fede y no digo nada que no haya ocurrido ya, pues la Federación Vasca cerró y las autoridades competentes decidieron que para no dejar un vacío legal en cuanto a los practicantes espeleos, que la espeleo volviera a ser un departamento más de Montaña.
Tantos años de lucha y sufrimiento, para que al final volvamos con la cabeza gacha al redil de donde salimos.

No soy Nostradamus, pero pensar bien en todo esto en vez de discutir sobre si lo que hace se hace bien o mal. El peligro, no es este y quien piense que esto es catastrofismo, solo le digo que solo hará falta unos pocos años para que lo veamos.

Sin voluntariado es imposible dirigir una federación pequeña y cuando se llega al extremo de profesionalizar dicha federación, llega la caída por motivos económicos.

Pensemos todos aquellos que queremos mantener nuestra independencia, en soluciones. Tal y como se siente hoy en día lo que es la espeleo, es difícil encontrar solución, pero solo nuestra voluntad puede evitar un final así.

Una vez un amigo me dijo que la gente se apunta a un club para hacer espeleo y no para trabajar. Yo le conteste que si que tenía razón, pero si alguien no tira del carro, deja de haber club.
¿Hay más alternativas?. Las hay pero nada buenas. Podría entrar una junta que llevara la fede al estilo de anteriores directivas, es decir pasando de las instituciones y con una mínima subvención y lo justo para federar a la gente y mantener administrativamente a la FCE. Eso sí, dinero para subvencionar actividades, lo mínimo y no para todos y ademas con la posibilidad de perder el estatus de Federación para ser una Asociación, con muchas menos ventajas fiscales y en cuanto a subvenciones.

Si a alguien se le pasa por la cabeza el hacerse independiente, sin federarse ni pertenecer a ningún club, solo les diré que tal y como están hoy las leyes lo pueden pasar muy mal en caso de accidente. Os recuerdo que la ley exige que el que practique un deporte ha de tener OBLIGATORIAMENTE un Seguro de Accidentes. Claro puede pasar justamente que nunca pase nada, pero el día que pase, al que le toque la china puede verse envuelto en un fandango jurídico de peso.

Quiero pensar que el colectivo reaccionará y que no tirará por la borda más de 100 años de historia, ni años y años de reivindicaciones de independencia federativa, aunque solo hay que ver la historia y saber que todos los grandes imperios han caído. Quizá todo ello forme parte de una evolución, aunque después de haber vivido lo que se vivió en el Comité Catalán, yo diría que es una evolución en retroceso. Para mí personalmente esto sería una triste derrota.
Pensemos bien en todo esto y busquemos soluciones, aun queda algo de tiempo.